Cómo hacer una pyme en México sin morir en el intento


Hace varios meses le prometí a mi colega Mayarita que le enviaría una lista de todos los pasos que he seguido para la creación y formalización de Happy Marmalades. Y bien, un poco tarde, pero con todo mi amor, aquí va.

Para Mayarita

  13 pasos no tan fáciles para crear una microempresa

De inicio debo decir dos cosas: la primera es que soy antropóloga; y la segunda es que nunca pensé que en mis posibilidades de vida estuviera "ser empresaria". El proyecto de Happy Marmalades fue la evolución de "La Lechuza" un negocitititito de tres productos (mermelada casera de guayaba, aderezo de cilantro y salsa de chile cuaresmeño) que vendía mi mamá en el mercadito ecológico Ocelotl de Xalapa. Un pasatiempo que, en más de una ocasión, nos sacó de aprietos con los gastos de casa.

Aprendimos entonces, a ser empresarias desde el inicio, sin ninguna base más que el sentido común, google y buenos amigos. Los pasos que aquí escribo, no tienen precísamente una secuencia ordenada, es decir, pueden seguirse salteados, tomar dos, o tres, o ninguno. Traté de escribirlos en orden cronológico, pues quizá ese sea el orden natural del crecimiento de una empresa, pero la única verdad es que no lo sé. Cada empresa es diferente porque cada persona es diferente, y así como yo soy una ñoña que lee hasta las letras chiquitas, habrá quien prefiera no hacerlo.

Lo importante para mí, es compartirte el conocimiento. Así que te dejo mis notas sobre lo que he aprendido en este camino de tres años que, si bien no ha sido fácil, se parece mucho a la felicidad. 

Paso 1. La decisión


Hace 3 años, en una terraza de Capadoccia, decidí que crearía una empresa de mermeladas de exportación.
Llevaba varias semanas viajando por Europa del Este y estaba cansada de las "mermeladas" que comía en el desayuno, que eran las mismas y que sólo sabían a azúcar. ¡Mi madre prepara las mejores mermeladas del mundo, estos turcos no saben! Pero un día les traeré una mermelada de verdad para que despierten de su mentira. Una mermelada de mango manila, maduro, cortado a tiempo y no verde como los que apenas llegan aquí y no saben a nada. Un mango mexicano, un mango feliz, un Happy Mango.
Y así empezó Happy Marmalades y su concepto de exportación.

En la terraza del hotel Yunak con sus mermeladas horribles, 
nació la idea de Happy Marmalades (Urgup, Turquía, Verano 2012)

2. La capacidad de producción y el presupuesto inicial


La primera pregunta que nos planteamos fue: ¿cuántas mermeladas podíamos producir al mes en la cocina de mi mamá? ¿Cuántas mermeladas producidas siginficaban tener una empresa de mermeladas? ¿500, 1000, 10mil? Hicimos el ejercicio. "Tal vez 500" decía mi mamá, "probemos con 1000", propuse yo.
Para el primer presupuesto cotizamos todos los insumos: 1000 frascos, 1000 tapas, el envío de 1000 frascos de la Ciudad de México a Xalapa (donde comenzó la empresa), los kilos de fruta para 1000 mermeladas, los kilos de azúcar para 1000 mermeladas, el gas necesario para 1000 mermeladas, el agua para esterilizar 1000 mermeladas, las horas de trabajo para hacer 1000 mermeladas. Y los materiales: ollas, cucharas, trapos, mandiles... ¿El espacio en casa alcanzaría? ¿Cuántos metros cúbicos miden 1000 mermeladas?
El primer presupuesto (calculado tan preciso como nos fue posible) fue de $20mil pesos.
Si vendíamos las mermeladas en 50 pesos cada una, tendríamos $50mil pesos. Todo parecía indicar que mi idea turca era un negocio.

3. La definición de los productos y el abastecimiento de materiales


¿Cuántos sabores podíamos ofrecer? Mi madre tenía por lo menos 10 recetas. Pero ofrecer tantos productos de inicio no era una buena idea. La fruta por volumen se consigue en mejor precio; valía más tener pocos sabores para comprar mucho, que comprar poco y hacer muchos sabores. La decisión se tomó con base en el abastecimiento: todo el año había jamaica, todo el año había guayaba y, con suerte, todo el año encontraríamos mango (en invierno podía salvarnos la pulpa congelada). Los primeros sabores entonces fueron tres: Happy Mango, Happy Guava y Jamaica Smile.

Después aprendimos que la misma fórmula aplicaba para la elección del tipo de frasco: hay frascos muy bonitos, pero no siempre hay en las tiendas. Lo mismo con las tapas, había doradas y blancas, pero las doradas a veces escaseaban. El envase elegido entonces no fue el más bonito o el más barato, pero sí el que siempre había y del que tenían todas las tiendas.

4. La imagen


Invertimos mucho dinero en una gran diseñadora y un gran diseño: Señorita Tinta y Estudio 28. El  concepto fue muy pensado: Happy Marmalades, en inglés, con sabores tropicales, una empresa familiar destinada a la exportación, enfocada en celebrar los sabores de la fruta mexicana en el mundo. Con un toque femenino, imagen limpia, moderna y conservadora.
Al final, un estudio profesional de foto y una página de internet también profesional. 
Todo es percepción: hay que parecer una empresa de calidad desde el principio.


5. La constitución formal de la empresa y el registro de marca


Como ya dije, nunca había pensado en ser empresaria, así que no tenía idea de cómo formalizar una empresa, pero como antropóloga, sí sabía cómo ejecutar un proyecto. El sentido común y luego Google me aconsejaron que tenía que hacer un Acta Constitutiva para hacer formal mi proyecto. Busqué un notario, me enseñó un machote de una SA de CV y, un mes después estábamos firmando mi madre, mi amiga japonesa y yo, el Acta Constitutiva de Happy Marmalades SA de CV.
¿Cuál era la mejor forma de asociación para mí en ese momento? No lo sé. Me constituí como SA de CV, porque esa fue la recomendación del notario y yo confié en él. ¿Es mejor ser SAPI? ¿SC? No lo supe en su momento y ahora sigo sin saberlo. 
De la constitución de la empresa encuentro tres lecciones importantes:
1. No debí haberla nombrado Happy Marmalades SA de CV. Una empresa es una forma legal que puede permitirte muchas acciones; en mi ingenuidad creé "una empresa" con el nombre de "una marca" que, si bien no me estorba ahora, ¿qué haré el día que quiera hacer jabón de lavanda o exportar aguacates?
2. Todos los cambios en un acta cuestan dinero. No revisé bien las cláusulas y en ningún lugar decía que éramos productoras; teníamos todos los derechos de comercializar, comprar, vender, hacer actos legales, etcétera, etcétera, pero no de producir. Cambiar las cláusulas cuesta dinero.
3. Constituir la empresa no era necesario en ese momento. No tuve que haber constituido la empresa para iniciar una empresa. Hubiera bastado con empezar con mi nombre como persona física (Ver paso 6) y registrar la marca.

Con mi madre, y el acta de Happy Marmalades SA de CV. Irapuato, febrero 2013

El registro de marca
Fue muy sencillo: solo hay que llenar la solicitud en línea (aquí los pasos) y hacer el pago que, si mal no recuerdo está al rededor de 3mil pesos. Tardaron un par de meses en entregar resultados y honestamente desconozco en qué consista su proceso de investigación, sé que buscan que no haya nada parecido o que entre en conflicto de intereses. Nuestro logo y nombre no tuvieron ninguna complicación para registrarse.

6. Darse de alta en el SAT


El SAT fue mi primera pesadilla como empresaria recién nacida. Es el lobo de Caperucita, la bruja malvada de todos los cuentos; pero era un paso inevitable, así que más me valía hacerlo bien desde el principio. Me documenté lo mejor posible: entré a la página, estudié los requisitos, los tipos de empresas, las obligaciones, los impuestos, pero la única verdad es que no entendí nada. El lenguaje de la página es rebuscado, la misma página es un laberinto de conceptos y subsitios, los términos me eran completamente desconocidos, las hojas de ayuda no ayudaban en nada.
Intenté hablar con una contadora, amiga de mi prima, pero todo quedó tan nebuloso como mi estudio de la página del SAT. En el camino entonces, fui aprendiendo y a grandes rasgos ha sido esto:
  • El SAT es el sistema formal y legal para hacer negocios en este país. Una vez que haces negocios (de cualquier tipo) debes registrarte y pagar impuestos. El SAT registra las compras y gastos que haces, los pagos que recibes, los impuestos que has pagado y los que te faltan. Todo es electrónico, y todas las facturas que se emitan con tu RFC estarán registradas en el sistema. No hay escapatoria.
  • Para expedir una factura debes estar registrado en el SAT. 
  • Para registrarte en el SAT y darte de alta como "contribuyente" (pagador de impuestos) hay que hacer una cita y tramitar la Firma electrónica
  • La llave mágica en el SAT es la Firma Electrónica, un código dividido en tres mini archivos. Es un trámite relativamente sencillo que me llevó unas cinco horas: dos de espera, una en el proceso y dos más de espera porque se cruzó la hora de la comida 10 minutos antes de que mi trámite estuviera listo. Dicen que hay oficinas del SAT más eficientes; la mía en El Caballito de Reforma, no lo fue.
  • P a c i e n c i a .
  • La Firma electrónica debe guardarse MUY bien. En una USB, en dos USB, en el disco duro y además en una carpeta en los documentos. Si el archivo se daña, hay que regresar al SAT cinco horas. 
  • La contraseña de la FIEL hay que anotarla en Postits, en el celular, mandarnos un email con ella (en código por seguridad) en el refri, en todas las agendas.  Si olvidas la contraseña hay que volver cinco horas al SAT.
  • La página del SAT sirve muy bien para pequeños trámites: cambiar el domicilio de la empresa, para imprimir el RFC, y sobre todo para consultar y tramitar facturas electrónicas, también puedes renovar la firma electrónica antes de que se venza.
  • Es importante saber cuáles son los trámites que se realizan solo por internet (siempre y cuando cuentes con tu firma electrónica no dañada y con la contraseña correcta). Si solicitas una cita para un trámite que se hace solo por internet, la cita te servirá para enterarte y en un segundo la señorita te mandará a un cibercafé, después de haber esperado cinco horas.

7. Las facturas electrónicas


Hacer una factura en la página del SAT es muy sencillo y es GRATIS. No falla y funciona bien. Por casi un año pagué una empresa para hacer "Facturas electrónicas" hasta que me enteré que en el SAT es gratis. Reconozco que los sistemas de paga tienen herramientas lindas de diseño, directorios y archivos históricos, pero la gratuidad del SAT no tiene competencia.

8. El etiquetado


Cuando hicimos la primera etiqueta, copiamos los elementos de una etiqueta comercial. Escribimos un texto lindo, el nombre, el logo, la capacidad del frasco que me habían dicho en la tienda de frascos (235ml) y en los ingredientes escribí: guayaba mexicana de primera calidad, azúcar de caña y mucho amor.
Después me enteré que existe una ley muy estricta que regula el etiquetado: La NOM-051-SCFI/SSA1-2010. Y ahí, ni la primera calidad, ni el amor de mi producto podían declararse. El tamaño de la letra importa. El lugar de los elementos importa. El peso neto del producto importa (ahora sé que las mermeladas pesan 280 gramos dentro de un frasco de 235ml) y además el orden de los ingredientes, el tipo de procesamiento, el productor, todo tiene una razón de ser y hay que leer con mucha paciencia para saber cuáles son los rubros que aplican para nuestro producto.
Si una etiqueta no cumple con los requisitos de la NOM-051 el producto por ley no puede entrar en una tienda, y si ya está en ella corre el riesgo de ser retirado de anaquel o de ser demandado por la PROFECO.
Para demostrar que tu producto cumple con la NOM-051 debe tramitarse un certificado en la Cofepris. Si no cumples con algo, ellos mismos te lo dicen, lo corriges y listo.
Existen laboratorios y consultores que ofrecen servicios para verificar el etiquetado de acuerdo con la NOM-051. No son baratos. Si tienes el dinero, ahórrate la pesadilla, pero si no, lo mejor es estudiar bien el documento y hacer la certificación directamente en la Cofepris.


9. El código de barras


El código de barras es como la CURP del producto. No puede inventarse, ni sacarse de internet o copiarse de ningún lado. Para crearlo se debe registrar la empresa (o la persona física con actividad empresarial) en GS1 México
Es necesario tener la Firma del SAT para hacer el trámite. 

Cuando yo lo hice, en 2013, el registro me costó alrededor de $4 mil pesos y la renovación era anual, pero ahora cuesta menos, aprox 1600 pesos pesos por inscripción y anualidad. ¡Aplausos! La membresía permite obtener un usuario y contraseña para entrar en el Portal de Asociados y generar los códigos. Es necesario tomar un curso que ellos mismos ofrecen para aprender a hacerlo de manera correcta. 

Lo importante de los códigos:

Cada producto necesita su código, no puede usarse el mismo para varios productos aunque sean lo mismo, por ejemplo: tengo una mermelada de guayaba de 280 g con azúcar de caña y otra igualita de guayaba de 280 g pero con miel de agave orgánica. Son dos códigos. Tenemos la misma mermelada de guayaba de 280 g con el texto en inglés y alemán, otro código. La misma mermelada con el texto en español, otro código.

10. Las tablas nutrimentales

Puedes sacarlas en un laboratorio pero no son baratas. Por lo general los laboratorios solicitan una muestra de cada producto y entregan resultados en una o dos semanas. También puede solicitarse el apoyo a una universidad, se hace el análisis como proyecto estudiantil, en alguna clase dedicada a este tema y quizá el costo sea una buena dotación de productos para los chavos y el profe.
Los valores nutrimentales los obtendrás en un documento, pero el formato de las tablas es otra historia. El tamaño de letra, los valores, los porcentajes, etc. se tienen que diseñar aparte. Los detalles de las tablas se pueden encontrar también en la NOM-051, en el punto 3.22 "Información nutrimental". 

Una gran pesadilla de este tema es que las Normas cambian. Por ejemplo, ahora es obligatorio poner esos sellos negros con advertencias "exceso de azúres", "exceso de grasa"...

¿Cómo te enteras de los cambios? No hay manera de descubrirlo de primera mano, pero siempre hay colegas que pueden pasarnos el dato. En lo personal, la observación de las grandes marcas siempre ha sido una buena guía. En cuanto notes que McCormick o La Costeña cambiaron su etiqueta hay que analizar qué cambios hay en la Norma. Leer la revista de la Profeco también ayuda. 
La última modificación a la norma puede consultarse aquí.

11. El lote y la caducidad (la trazabilidad)


También como parte de la normatividad los envases deben tener el lote y la caducidad. El lote es un código que tú puedes asignar y pueden significar tanto como desees.
El objetivo del lote es que cualquier persona o cualquier cliente pueda "rastrear" los detalles del producto. Nuestros lotes son una combinación de letras y números, por ejemplo:

Lote ACR1609B
A - indica el proveedor de la fruta (en una libreta tenemos que el proveedor A es Guayabas de México, el proveedor B es Nutripulp, etc.)
C - indica que se produjo en la planta de Cuernavaca
R - indica que el proceso fue regular, esto es, que se realizó de acuerdo con la receta original y el proceso de siempre
16 - año de la producción
09 - mes de la producción
B - Indica que fue el segundo lote del mes (a veces se hace 1 producción por mes, a veces 2 y otros meses hasta 3)

Otro ejemplo:
Lote BCX1609C
B - proveedor Nutripulp
C - producido en Cuernavaca
X - con producción especial: se usó miel de agave orgánica en lugar de azúcar de caña
16 - se hizo en 2016
09 - en el mes de septiembre
C - y fue la tercera tanda de productos del mes

Cada uno puede elegir sus códigos, el punto es que cada letra o número elegido siginifiquen algo y ese algo esté registrado en algún lado. Mi mamá usa una libreta Scribe. 
Ignoro más detalles sobre este tema, pero fuimos asesoradas por un experto en trazabilidad cuando consideramos hacer la certificación Kosher (que después abandonamos por una mala jugada de Kosher Organics). En fin, que en este tema no me arriesgo a meter las manos al fuego, pero tener lotes, funciona de manera interna para llevar un mejor control de la producción :)

Caducidad:
Para calcular la caducidad no conozco más que dos opciones: mandar muestras a un laboratorio para que hagan las pruebas necesarias, o esperar y observar hasta el momento en el que el producto se eche a perder. Esta última siendo una opción muy riesgosa que funciona solamente con nuestros amigos y nuestra familia. Si pretendemos vender en tiendas, no hay más que hacer el análisis o ir a la cárcel cuando un cliente se envenene.

12. El precio 


¿Cuánto podía costar nuestra mermelada? Alguna vez escuché que el costo se multiplicaba por 3 y me hizo sentido.
1 el costo
1 la reinversión
1 la ganancia

Pero ¿qué consideramos como costo? ¿Estamos contemplando claramente todos los costos del producto? En una sesión con un coach de negocios (Pecoraio) sacamos los costos reales de la empresa que consideraban, a muy grandes rasgos, los siguientes:
- Frasco
- Tapa
- Fruta
- Azúcar
- Pectina
- Gas
- Salarios
- Renta
- Gastos de entregas (gasolina, chofer)
- Empaque
- Impuestos
- Contador
- Publicidad
- Folletería
- Camioneta para comprar en el futuro
- Vuelos y gastos para la feria comercial del siguiente año
- Compra de nuevas ollas por desgaste, el año siguiente
- Etcétera, etcétera

El precio se regula a partir de dos variables: la primera es el costo del producto y la segunda es el precio en el mercado. De acuerdo a la mega lista de costos, nuestro producto aparecía de inicio en $80 pesos, por ejemplo.
Yo lo vendía en $27 pesos de mayoreo.
Era una idiota: estaba perdiendo dinero.

Con un costo de $80 pesos no quedaba margen para venderlo en ninguna tienda que, por lo general, suben de 30% a 50%. Una mermelada a precio competitivo en el mercado está alrededor de los $60 pesos. Entonces ¿cuántas mermeladas tenía que vender para que mi producto quedara en $60 pesos precio al público?

Recuerdo que en el primer ejercicio tenía que vender doscientas mermeladas diarias para poder pagar todos los gastos y poder tener utilidad (para reinvertirla, claro). Una locura. Pero me hizo mucho sentido comprender que los gastos, a la larga, se van amortiguando conforme crecen las ventas. Mi objetivo a mediano plazo estaba claro: 200 mermeladas diarias. Sin embargo, a corto plazo la primera meta para salir con los gastos (renta, salarios, insumos) era mantener una venta mínima de 20 cajas al mes.

Para vender 20 cajas, matemáticas:
20 cajas = 1 distribuidor que compre 20 cajas
o bien 20 tiendas con 1 caja/mes
o bien 10 tiendas con 2 cajas al mes
o bien 10 tiendas con 1 caja al mes y un distribuidor con 10
o bien ir a dos mercaditos y vender 5 cajas en cada uno
Etcétera.

Pasados dos meses tendría que duplicar:
40 cajas al mes = 40 tiendas con 1 caja al mes
O bien...

Uno de los ejercicios con Pecoraio, que hasta la fecha me parece una genialidad, consistía en conseguir un cliente nuevo cada semana. 
Muchos clientes se quedan, pero otros muchos se van.
Si logramos un cliente nuevo por semana, tendremos 52 nuevos clientes cada año.

13. Ser parte de una red de emprendedores


Cada vez tenía más armada mi empresita, demasiado formal para sus inicios, pero empezaba a sentirme insegura y sola. ¿Lo estoy haciendo bien? ¿Estoy en el camino correcto? Tanto trabajo y no sé si estoy en el camino correcto. Si las ventas eran un indicador ¡iba muy mal! para el primer año las ventas eran bajas, ya habíamos vendido mermeladas a toda la familia, amigos y los amigos de la familia y amigos; y los gastos seguían siendo infinitos: entre el acta constitutiva, laboratorios, códigos de barras, el costo de los cambios de las etiquetas y la producción del día a día, estaba casi quebrada. Empecé a considerar esos apoyos para emprendedores, pero ¿cómo podía acceder a ellos? 
Fui a una de las primeras Semanas del Emprendedor que se organizaron en la Ciudad de México y me dediqué a recolectar toda la información posible. Estuve un día completo de 11am a 5pm, escuché las conferencias y llené mi bolsa de folletos: había programas interesantes, algunos créditos, convocatorias, pero el verdadero logro que tuve ese día, y que no advertí sino hasta muchos meses después, fue haberme inscrito en todos los boletines de noticias. En cada stand me pedían mi correo electrónico para enviarme información y yo a todos se los di. Muy pronto mi mail era un depósito de mails basura, pero muchos de ellos eran han resultado pepitas de oro.

WeConnect International: la red de mujeres empresarias
Otro gran acierto de esa feria, fue conocer a la red de mujeres empresarias WeConnect International.
Tenían un gran stand con unos pendones enormes con fotos de mujeres que parecían mi mamá. Una de ellas tenía una salsa en la mano y un texto que decía algo como "Rosita exporta sus salsas a cinco países de WeConnect" (y en el siguiente pendón ya me estaba viendo yo, ¡obvio!: "Erika exporta Happy Marmalades a Turquía"). Me acerqué, les di mis datos y a los pocos días me llamaron para invitarme a ser parte de su red. 
WeConnect es una organización que "conecta" las pequeñas empresas de mujeres con grandes corporativos mundiales. Su misión es integrar a las pequeñas empresas de mujeres en la cadena global de suministro. Están en muchos países y, trabajar en red globalmente, les ha dado un poder económico y de gestión impresionante. Son una chingonería. 
La membresía de WeConnect cuesta alrededor de 5mil pesos y hay que renovarla anualmente. 
Un ejemplo de sus actividades de vinculación son sus eventos con grandes corporativos: te citan en un hotel elegante y tienes 5 minutos para hablar con directores de compras, uno a uno. En mi primera reunión, hablé con Hilton Hotels, Walmart y Accenture. ¿Cuándo en toda mi vida me hubiera imaginado estar con los directores de compras de esas empresas en el primer año de mi empresita? Amo a WeConnect.

Foro Anual WeConnect 2015, CDMX

13. Los roles y las ventas


¿Mercaditos? ¿Tiendas gourmet? No hay manera de que la empresa crezca si no hay ventas. Seguramente hay muchos esquemas para tener ventas, pero yo entiendo por lo menos dos:
1. Se vende poco y caro
2. Se vende mucho y barato

Para ambas opciones hay que planear bien. Si tú eres la productora, hay que buscar a alguien para vender, pero a sabiendas de que nadie vende mejor que tú y nadie está tan comprometido con tu empresa como tú. Además los vendedores cuestan dinero que no tenemos. ¿Y si alguien más produce y nosotras sólo vendemos? Pero no nos gusta vender. ¿Qué hacer? Es necesario ser estratégicos en este punto y empezar a definir bien los roles, o terminaremos siendo todólogos que no hacen nada.
Crecer cuesta dinero, pues sí.
Vale la pena contratar a alguien que nos ayude a hacer dinero.

Los mercaditos
Están de moda los mercaditos orgánicos y artesanales, pero me parece que todavía están algo verdes en cuanto al desarrollo de los productores, puedes estar eternamente en un mercadito y vender lo mismo siempre. En nuestra experiencia, participamos todo un año en los bazares y mercaditos más populares del DF y uno que otro en San Miguel de Allende. Las cuotas parecen asequibles (había desde $500 hasta $2500 por mesa por día o fin de semana). Haces cuentas: tienes que vender por lo menos el doble para "salir" y te preparas para estar frente a mucha gente degustando tus productos.
Para nosotras fue una buena opción en cuanto a mercadotecnia: la gente conoce tu producto de primera mano, lo prueba, le encanta, te compra, te recomienda, pero el impacto no va más allá.
Tengo un colega que ha sabido administrar muy bien los mercaditos, participa en varios a la vez con vendedores contratados y, por volumen, sus ventas son más o menos mejores.
Un ejemplo:
Mercadito 1 vende $5,000, Mercadito 2 vende $5,000, Mercadito 3 vende $5,000.
Total fin de semana: $15,000
Pero los gastos: Mesas: $6,000 Vendedores: $3,000 Costo de producción: $3,000
Utilidad real: $3,000
¿Vale la pena realmente la chinga por 3mil pesos?
En mi opinión no. Nosotras abandonamos los mercaditos en 2015.

Ojo: hay productos que encuentran grandes escaparates en los mercaditos y venden miles de pesos en una sentada, pero nuestro producto no encontró crecimiento ahí. Tenemos una clienta, por ejemplo, que nos compra al mayoreo, y los mercaditos le funcionan bien. A nosotras como dueñas nos conviene más que esa clienta nos compre 20 cajas en 5 minutos, y dejarle el mercado completo.

Las ferias comerciales
Escribí sobre las ferias comerciales en este post. Hasta ahora, han sido grandes enigmas y grandes viajes, pero sin ventas. La primera gran compra que hemos tenido salió de la última feria en Moscú. Mandamos tres tarimas de mermeladas a Rusia, ¡ajúa!
Las ferias comerciales se parecen mucho a los mercaditos, nada más que en lugar de que cueste $2mil pesos la mesa, cuesta $2mil dólares. Las ventas, cuando salen, también son así de grandes :)

Las tiendas gourmet
Funcionan, pero el tiempo de recompra es largo y muchas son nuevas y quiebran. Durante el año hay altas y bajas. Las mermeladas son productos que la gente no compra siempre, así que las ventas no son fijas. Nuestros picos altos son en el primero y último trimestres: enero-marzo y octubre-diciembre. Se muere todo de mayo a agosto (ahí le inyectamos muchísimo a la venta en línea con promociones) y todo se reactiva más o menos a partir de septiembre. Estos tiempos nos han enseñado a planear, a ahorrar en tiempos muertos y a prepararnos para la gran temporada que empieza en octubre.
Las tiendas gourmet funcionan, pero debemos cuidarlas mucho, enviar degustación, regalitos, descuentos ¡y sólo es negocio cuando tienes muchas! Aproximadamente la recompra de mermeladas en una tienda gourmet es de 1 caja cada 2 o 3 meses. Good luck.


En otro post hablaré del proceso de exportación, que tiene muchos detalles que aprender, pero que vale toda la pena.
¡Espero que te sirva Mayarita!

Comentarios

  1. Vaya, que interesante que compartas tu vivencia, para mi es significativo el que tomes el tiempo de hacerlo y con tanta frescura. Yo produzco también mermeladas a pequeña escala, no más de 100 por mes, comencé pensando similar, en que están retacadas de azúcar y como me encanta el tema
    de la nutricion decidi hacerlas con solo 50% azúcar y que fuera mascabado y piloncillo (ahora uso todavía menos azúcar 😉)
    Etendí perfecto lo que hablas, la tortura en los bazares jaja.
    Con el tiempo he ido modificando recetas y técnica, de modo de hacerme la vida más fácil y ganarme unos pesillos .
    Veo que has vivido una odisea, pero te felicito por lograr a esos objetivos y ahora haber conseguido sociedad con los tiburones.
    Felicidades por tu proyecto 😊

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  2. Qué hermosa...!!! Gracias por compartir todo ese conocimiento que te a llevado hasta dónde estás... Felicidades por esa gran dedicación y éxito en todo, sabemos que ser emprendedor no es fácil, mucho menos sencillo, se requiere de mucha dedicación, esfuerzo, trabajo y gasto... Saludos y muchas bendiciones en tu PyME

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